El presidente de la Industria Químico-Farmacéutica de El Salvador (INQUIFAR), José Mario Ancalmo, respondió ayer a los señalamientos que hizo en días pasados el viceministro de Políticas de Salud, Eduardo Espinoza, sobre los márgenes de ganancia que obtienen las empresas locales por la fabricación y venta de medicamentos, así como las denuncias públicas de que existe un monopolio en este sector.
“No somos ningún monopolio. Hay 231 laboratorios en el país: 35 nacionales y los demás extranjeros. Nadie tiene más de 5% de participación en el mercado. Y en la distribución, hay 99 droguerías, y ninguna tiene más del 15% de injerencia en este mercado. Y por último, hay 1,300 farmacias, 400 de ellas pertenecen a las cadenas de farmacias, y de estas cadenas, ninguna tiene más del 12% de participación en la venta privada de medicamentos”, explicó Ancalmo.
El presidente de INQUIFAR negó que el sector tenga ganancias de hasta un 5,000% con cada producto que fabrica, como lo denunció el viceministro Espinoza, y ejemplificó que un medicamento valorado en $50, “si en realidad fuera cierto lo que aseguran”, dijo Ancalmo, el costo verdadero fuera de $0.01. “Imposible”, matizó.
Ancalmo aseguró que los medicamentos que más se venden en el país son aquellos de uso crónico, y en su mayoría son importados, es decir, no son producidos por la industria nacional.
Por otro lado, detalló que si la intención genuina del Gobierno es crear una ley que busque abaratar los medicamentos, “entonces se podría iniciar con la eliminación de prácticas en clínicas privadas y en farmacias de promocionar un solo producto y su marca, a cambio de regalías de estas marcas, y dejar de lado la gama de productos idénticos, de otras marcas, pero muchas veces más baratos”.
“También —continuó Ancalmo—, dejar exentos de IVA los medicamentos. Todo esto junto podría reducir los precios para el consumidor entre un 15% y un 18%, solo por poner un ejemplo”.